No son empollones, es más, a veces incluso hasta suspenden. Tampoco son niños a los que prestar cuidados especiales durante las clases, aunque a veces llaman la atención por sus respuestas acertadas a los problemas que plantea el docente. Se les conoce como superdotados y la respuesta popular para estos alumnos suele ser adelantarles un curso. No obstante, las altas capacidades intelectuales de un estudiante van más allá de ubicarle en un aula distinta, sino que requieren un apoyo a sus asignaturas habituales y un empujoncito que libere su inteligencia y que despierte su creatividad. Es en ese aspecto del que el sistema educativo canario tiene mucho que presumir.

MARÍA PLASENCIA / SANTA CRUZ DE TENERIFE El Gobierno de Canarias presume de ser pionero y referente en la atención a niños con altas capacidades intelectuales, aquellos que destacan entre sus compañeros y que en algunas ocasiones llegan a ser considerados como superdotados. Diversas comunidades autónomas del resto de España e incluso los gobiernos de otros países se han interesado durante los últimos años por las acciones puestas en marcha en el sistema escolar canario desde el curso 2001/02. Los secretos para este éxito pueden argumentarse en que el programa asiste a los tres colectivos implicados: familias, estudiantes y docentes, o bien porque las Islas cuentan con una normativa específica para atender a este tipo de alumnos. 

El Programa de Atención a Altas Capacidades Intelectuales (PACI) en Canarias, dependiente de la Dirección General de Ordenación, Innovación y Promoción Educativa, pretende satisfacer las demandas de la sociedad para la mejora de la atención educativa al alumnado con altas capacidades y para ello se ha elaborado un completo plan de acciones, que comienzan con la detección precoz del alumnado que presenta altas capacidades. 

Según destaca el responsable de este proyecto, Miguel Afonso, "la detección temprana se realiza en Canarias a todos los niños de primer curso de Educación Primaria", aunque lamenta que "no contamos con los recursos suficientes para dar respuesta a todos los alumnos". De hecho, en lo que se refiere a la atención a los más pequeños, Educación lleva a cabo el Programa de Enriquecimiento extracurricular para estimular el pensamiento divergente (Prepedi) que atiende a 75 alumnos con estas características por curso.

Talleres
En concreto, este programa conlleva la realización de dos sesiones de talleres al mes en las que "se pretende trabajar la creatividad en general y normalizar sus relaciones con los compañeros", según destaca la encargada de los talleres, Antonia Rodríguez, quien argumenta que "muchos de estos niños se sienten diferentes a sus compañeros, y en los talleres, al encontrarse, se dan cuenta de que son iguales e incluso aumentan su nivel de esfuerzo para destacar por encima de otros alumnos como ellos". 

Prepedi, que concluyen en Primaria, se completa con el desarrollo en Secundaria y primero de Bachillerato de otro programa específico, denominado Premun, y en el que los alumnos, orientados por mentores de las dos universidades del Archipiélago, realizan talleres de enriquecimiento extracurricular en internet.

Antonia Rodríguez como Miguel Afonso destacan que la adecuada actuación con estudiantes de altas capacidades intelectuales requiere la participación y colaboración de padres y madres, profesorado y equipo directivo. Por ello, la Consejería de Educación también lleva a cabo varias acciones dirigidas a ambos colectivos. Respecto al profesorado, se realizan cursos de formación, tanto de manera presencial como a distancia, pero es en lo que atañe a las familias en lo que la Administración educativa lleva varios años innovando.

Una escuela para padres con niños de altas capacidades intelectuales, que este curso arrancó con unos 140 participantes, y un servicio de orientación e información especializado son las dos principales ofertas de la Administración educativa para las familias. Según explica Antonia Rodríguez, el objetivo principal es "rebajar las ansiedades de los padres y los madres, generadas porque la mayoría no saben cuál es la respuesta más apropiada".

"Pero además de adquirir información, les sirve a las familias para compartir experiencias y romper los estereotipos con los que vienen", dijo la responsable de esta escuela para padres, quien señaló que entre las dudas que surgen en las sesiones destaca el trato que deben recibir sus niños en el ambiente familiar o las opciones que existen para becas o flexibilización del curriculum".

Sin embargo, Rodríguez hizo hincapié en dos aspectos que "preocupan muchísimo a los padres y madres y que son fundamentales para complementar el apoyo que se les ofrece desde la Consejería de Educación". Con esta definición se refirió primero a la relación entre la escuela y la familia y afirmó que "muchos padres y madres preguntan cuál es la respuesta educativa que deberían darles desde el colegio". Pero además hizo alusión a los diferentes tipos de altas capacidades: "solicitan mucha información al respecto, porque se dan cuenta de que no se les puede dar una respuesta por igual a todos, sino que requieren una diferenciada". 

Por eso, los consejos que más se repiten en la escuela de padres giran en torno a la mejora de la relación y la colaboración con el centro educativo (aspecto en el que se incide desde la formación a docentes) y "sobre cómo cuidar los hábitos de estudio". "No hay que perder de vista que muchas veces, estos alumnos se aburren en el aula y de ahí la importancia de recibir en casa motivación para estudiar y estimulación de su creatividad".